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La gastronomía y el diseño textil: maridaje de alta cocina, de alta decoración

24 Octubre 2013

He aquí un decálogo sobre todo aquello que tienen el común la elaboración de un buen plato de cocina y la creación de una tela de alta decoración. Nosotros lo hemos discutido en torno a una mesa. Ahí han empezado las similitudes…

 ‘Cocina para todos’, ‘Pesadilla en tu cocina’, ‘Gastronomía insólita’, ‘Un país para comérselo’, ‘Karlos Arguiñano en tu cocina’, ‘MasterChef’, ‘Delicatessen’, ‘Top Chef’, ‘Deja sitio para el postre’… Y así podríamos enumerar un largo etcétera de programas de cocina en televisión que nos enseñan a, delantal, utensilios y condimentos en ristre, convertirnos en los mejores anfitriones del momento.

  Arroz verde con champinones y fresas con telas visllos EquipoDRT

Esta abundancia gastronómica fue tema de debate aquí en la empresa hace unos días, precisamente durante una comida, en torno a una mesa. “¿Hay ya demasiados programas de este tipo? ¿Son muy diferentes unos de otros? ¿Qué nos aportan?”, nos preguntábamos. Y, cómo no, hubo respuestas para todos los gustos, aunque una reflexión en la que todos estábamos de acuerdo: la gastronomía y el diseño textil tienen más cosas en común de las que a priori podíamos imaginar. Nos explicamos en este pseudo-decálogo gastronómico-textil:

 

1. Cocina y diseño textil, exponentes de la creatividad.

Tanto cocinar un plato como diseñar una tela son acciones creativas, en las que la imaginación, la inspiración, la sensibilidad y el gusto se alinean para dar lugar a un producto elaborado y pensado en que cada ingrediente casa a la perfección con el otro, dando un resultado exquisito.

 

2. Mezcla de ingredientes / Mezcla de texturas

Los ingredientes, como las texturas y las fibras, son la base de esta experiencia creativa, en la que hay que conocer de antemano cómo maridan para después obtener el resultado esperado. Así, mezclar ingredientes y combinar fibras y texturas también van de la mano.

 

3. Cocinar y decorar, experiencias para los sentidos.

En Equipo mantenemos firmemente que las telas hablan, escuchan, decoran e inspiran. Y no menos ocurre con los alimentos. Cada uno de ellos transmite unas sensaciones, se perciben y valoran de una forma distinta en función de qué y cómo nos inspiran e incluso de cómo decoran los platos por sus colores, formas o texturas.

 

4. Los alimentos, las telas y sus variedades socio-culturales.

En cada lugar del mundo predominan unos alimentos, unas costumbres alimenticias y unos gustos en cuanto a sabores, cantidades, texturas… Exactamente igual ocurre con las telas. La tradición y los hábitos socio-culturales hacen que no se decore de igual manera en Alemania que en Japón o en Estados Unidos, donde los visillos, estampados o tapicerías se perciben de muy distinta manera. Lo mismo ocurre con los colores. Hay gastronomías muy ricas, con frutas de lo más coloridas y sabrosas, al igual que hay países en los que las telas de determinados colores tienen mayor aceptación que otras: como los amarillos en Italia, los malva en Inglaterra o los azules en España o Grecia.

 

5. La experiencia es un grado.

Ahí radica la importancia de la experiencia y el gusto de cada cocinero y cada diseñador que, conocedores de esas peculiaridades, le dan además su toque especial a un plato/a una carta, a una tela/a una colección. A la vez, potencian las cualidades de cada ingrediente y obtienen un magnífico resultado con lo que a lo mejor otros no pasan de un simple menú del día.

 

6. Los productos gourmet / Las telas de alta decoración

No todos los ingredientes son igual ni dan los mismos resultados. Lo mismo ocurre con las telas, en las que también hay calidades y calidades. En nuestro caso, estamos encantados de trabajar en la línea de los productos gourmet y de esforzarnos cada día por ofrecer los mejores platos, las mejores telas de alta decoración para el hogar.

 

7. El sabor, el olfato / El tacto, la vista

El sabor y el olfato son dos sentidos básicos en la cocina. Como el tacto y la vista en la decoración textil. Cómo percibimos lo que degustamos, olemos, tocamos o vemos son básicos en el aura inspiracional al que nos llevan ambas experiencias.

 

8. La satisfacción ante un buen plato y ante un espacio perfectamente decorado.

No hay duda de que cuando tenemos delante un buen plato o un buen proyecto de decoración textil, todo son enhorabuenas y, por extensión, satisfacción y orgullo por parte de quien lo ha hecho posible. Pero no sólo eso, sino que quienes lo disfrutan también lo sienten. ¿O no os pasa cuando estrenáis decoración en vuestras casas?

 

9. El valor del trabajo bien hecho.

La meticulosidad, el cuidado del detalle, la profesionalidad, la seriedad en el trabajo o la búsqueda de la perfección dotan de aún más valor la elaboración de un plato o el diseño de una tela para cortinas y su resultado final. Cada detalle cuenta. Eso no hay que perderlo nunca de vista.

 

10. El momento en el que te sientas en el sofá después de.

Un plato degustado y unas cortinas colgadas con un gran momento para reposar la obra, el trabajo. Para sentarse en el sofá, suspirar, mirar por la ventana y ver que tanto la cortina que la cubre como el paisaje que vemos detrás son aún más bonitos después de un trabajo bien hecho.

Medallones de merluza con fresas con tela vsillos espiga EquipoDRT

Quizá sean aún más los puntos en común de gastronomía y decoración, de platos y telas, de ingredientes y fibras. No lo dudamos. Como todo, será cuestión de gustos y de percepciones… Seguiremos trabajando en ellas.

 

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